Dos equipos de investigadores han desarrollado, de forma independiente, nuevos métodos para fabricar nano-cables que podrían aumentar de forma espectacular la eficiencia de las células foto-voltaicas, usando esos nanocables para mejorar la conducción de electrones desde la superficie de una célula solar hacia el electrodo.
El primer equipo, en la Universidad de California en San Diego, ha creado unas células solares “peludas”, aunque solamente visibles con un microscopio. Los “pelos” son los nanocables, estructuras microscópicas que sirven para completar circuitos también microscópicos. Estos nanocables se sitúan en una superficie conductora barata y flexible, y luego se revisten con un polímero orgánico.
El otro equipo de investigación, formado por un consorcio entre las universidades alemanas de Jena, Gottingen, Bremen y la universidad de Harvard, ha desarrollado una técnica para unir estos nanocables con superficies conductoras, creando una especie de bocadillo de alta tecnología, donde los nanocables estarían en medio de esas dos superficies, permitiendo que la electricidad circule de forma mucho más eficiente y que podría ser el principio de unos circuitos integrados completamente diferentes a los actuales.
Sin embargo, en la técnica californiana aparece un pequeño problema, y es que el polimero se degrada cuando se expone al aire libre. Aún así, si se consigue que ambas opciones continúen el desarrollo y lleguen a escala comercial, se podrían construir paneles mucho más pequeños, baratos y fáciles de instalar que los actuales a la par que eficientes, ya que la eficiencia de los paneles solares flexibles actuales es de entre el 6 y el 9%, mientras que los nuevos paneles con nanocables podrían llegar hasta el 40%.
El primer equipo, en la Universidad de California en San Diego, ha creado unas células solares “peludas”, aunque solamente visibles con un microscopio. Los “pelos” son los nanocables, estructuras microscópicas que sirven para completar circuitos también microscópicos. Estos nanocables se sitúan en una superficie conductora barata y flexible, y luego se revisten con un polímero orgánico.
El otro equipo de investigación, formado por un consorcio entre las universidades alemanas de Jena, Gottingen, Bremen y la universidad de Harvard, ha desarrollado una técnica para unir estos nanocables con superficies conductoras, creando una especie de bocadillo de alta tecnología, donde los nanocables estarían en medio de esas dos superficies, permitiendo que la electricidad circule de forma mucho más eficiente y que podría ser el principio de unos circuitos integrados completamente diferentes a los actuales.
Sin embargo, en la técnica californiana aparece un pequeño problema, y es que el polimero se degrada cuando se expone al aire libre. Aún así, si se consigue que ambas opciones continúen el desarrollo y lleguen a escala comercial, se podrían construir paneles mucho más pequeños, baratos y fáciles de instalar que los actuales a la par que eficientes, ya que la eficiencia de los paneles solares flexibles actuales es de entre el 6 y el 9%, mientras que los nuevos paneles con nanocables podrían llegar hasta el 40%.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario