Ingenieros biomédicos de la Universidad de Michigan lograron crear una capa con la ayuda de la Nanotecnología para implantes cerebrales que promete mejorar las terapias contra enfermedades del cerebro. Para muchos la Nanotecnología es todavía una ciencia inexplorada.
Utilizando como base los principios de la Nanotecnología, ingenieros biomédicos de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) han desarrollado un material capaz de permitir una mayor duración de los implantes cerebrales como electrodos neuronales y con ello el mejoramiento de los tratamientos rudimentarios contra enfermedades de este órgano vital.
De acuerdo al portal de noticias de esta facultad, el equipo encargado del proyecto prevé que con este desarrollo se puedan crear mejores implantes terapéuticos contra padecimientos como la sordera, parálisis, ceguera, epilepsia e incluso crónicos como el mal de Parkinson.
El reporte añade que los electrodos son colocados en el cuero cabelludo y la zona superficial del cerebro para dar paso a microelectrodos penetradores que sirvan como intermediarios de comunicación entre el dispositivo digital implantado y las propias neuronas individuales. Como resultado se resalta una mayor precisión en la adquisición y análisis de señales cerebrales.
Estas señales resultantes de la implantación de los microelectrodos, han sido consideradas como pieza fundamental en el desarrollo de varios proyectos bio-tecnológicos en los que se logra ayudar a una persona paralizada a mover ciertas herramientas electrónicas como el ratón de una computadora y hasta una silla de ruedas, tal y como les fueron adjudicados recientemente este tipo de logros a otro grupo de investigadores de la Universidad de Brown, quienes al conocer sobre el revestimiento nano tecnológico la Universidad de Michigan, se dieron a la tarea de analizar su funcionamiento y reconocieron que el material podría beneficiar el comportamiento de los microelectrodos.
El recubrimiento está conformado por tres componentes que según sus inventores, al conjuntarlos permiten que los electrodos se relacionen con el cerebro de manera más fluida. Entre esos componentes se encuentra un polímero especial de nanoescala que sirve como electro-conductor llamado PEDOT. Asimismo una cubierta natural gelatinosa denominada hidro-gelatina alignata y otras nano-fibras biodegradables cargadas con un medicamento antiinflamatorio de liberación controlada.
El PEDOT funciona como elemento operador del funcionamiento de los electrodos y hace que éstos trabajen con menos resistencia eléctrica en comparación con los convencionales del mercado, lo cual en términos de comunicación deriva en una mejorada interfaz con las neuronas individuales.
En el caso de la hidro-gelatina, que es extraída de las algas, confiere a los electrodos propiedades mecánicas similares a las encontradas en los tejidos cerebrales, lo cual deriva en un menor daño para el tejido cerebral debido al recubrimiento utilizado.
Finalmente las nano-fibras biodegradables cargadas con médicamente antiinflamatorio, combaten el “encapsulamiento” que sucede cuando el sistema inmunológico ordena al cuerpo envolver los materiales extraños. A este “encapsulamiento” se le ha adjudicado el decrecimiento funcional de los microelectrodos con el paso del tiempo.
En el caso de cómo las nano-fibras combaten la respuesta inmunológica ante el anterior factor, éstas lo hacen mediante el uso de la hidro-gelatina alignata y la liberación de medicamentos antiinflamatorios en una fibrilación controlada y a medida de que las mismas nanofibras se desintegran.
De acuerdo al portal de noticias de esta facultad, el equipo encargado del proyecto prevé que con este desarrollo se puedan crear mejores implantes terapéuticos contra padecimientos como la sordera, parálisis, ceguera, epilepsia e incluso crónicos como el mal de Parkinson.
El reporte añade que los electrodos son colocados en el cuero cabelludo y la zona superficial del cerebro para dar paso a microelectrodos penetradores que sirvan como intermediarios de comunicación entre el dispositivo digital implantado y las propias neuronas individuales. Como resultado se resalta una mayor precisión en la adquisición y análisis de señales cerebrales.
Estas señales resultantes de la implantación de los microelectrodos, han sido consideradas como pieza fundamental en el desarrollo de varios proyectos bio-tecnológicos en los que se logra ayudar a una persona paralizada a mover ciertas herramientas electrónicas como el ratón de una computadora y hasta una silla de ruedas, tal y como les fueron adjudicados recientemente este tipo de logros a otro grupo de investigadores de la Universidad de Brown, quienes al conocer sobre el revestimiento nano tecnológico la Universidad de Michigan, se dieron a la tarea de analizar su funcionamiento y reconocieron que el material podría beneficiar el comportamiento de los microelectrodos.
El recubrimiento está conformado por tres componentes que según sus inventores, al conjuntarlos permiten que los electrodos se relacionen con el cerebro de manera más fluida. Entre esos componentes se encuentra un polímero especial de nanoescala que sirve como electro-conductor llamado PEDOT. Asimismo una cubierta natural gelatinosa denominada hidro-gelatina alignata y otras nano-fibras biodegradables cargadas con un medicamento antiinflamatorio de liberación controlada.
El PEDOT funciona como elemento operador del funcionamiento de los electrodos y hace que éstos trabajen con menos resistencia eléctrica en comparación con los convencionales del mercado, lo cual en términos de comunicación deriva en una mejorada interfaz con las neuronas individuales.
En el caso de la hidro-gelatina, que es extraída de las algas, confiere a los electrodos propiedades mecánicas similares a las encontradas en los tejidos cerebrales, lo cual deriva en un menor daño para el tejido cerebral debido al recubrimiento utilizado.
Finalmente las nano-fibras biodegradables cargadas con médicamente antiinflamatorio, combaten el “encapsulamiento” que sucede cuando el sistema inmunológico ordena al cuerpo envolver los materiales extraños. A este “encapsulamiento” se le ha adjudicado el decrecimiento funcional de los microelectrodos con el paso del tiempo.
En el caso de cómo las nano-fibras combaten la respuesta inmunológica ante el anterior factor, éstas lo hacen mediante el uso de la hidro-gelatina alignata y la liberación de medicamentos antiinflamatorios en una fibrilación controlada y a medida de que las mismas nanofibras se desintegran.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario