Publicado el mayo 24, 2012 en Ciencia, Física.
Creado un disco duro ‘biológico’ a partir de bacterias magnéticas
Las Magnetospirillum magneticum se comportan como imanes microscópicos
Un equipo de la Universidad de Leeds, Reino Unido, ha utilizado un ‘truco’ de la naturaleza para construir un nuevo tipo de disco duro. Según explica Sarah Staniland, quien dirigió la investigación, ciertas cepas de bacterias absorben el hierro para hacer nanopartículas magnéticas que les permiten moverse utilizando el campo magnético de la Tierra. El equipo ha extraído la proteína de este proceso y la ha utilizado para crear patrones magnéticos que puedan almacenar datos.
En el experimento se dispone de una superficie de oro recubierta de productos químicos con un patrón de tablero de ajedrez, de manera que un conjunto de cuadrados ordenados enlaza proteínas y otro las rechaza. A continuación, se aplica la proteína productora del imán y se recubre la superficie con una solución de hierro, de forma que los cuadrados cubiertos de esta proteína se convierten en material magnético.
Cada cuadrado magnético puede almacenar un bit, y hasta el momento cada uno es de alrededor de 20 micrómetros de ancho (una milésima de milímetro), demasiado voluminoso para almacenar datos con una densidad similar a los discos duros de hoy en día. No obstante, Staniland asegura que ahora va a probar con nano-cuadrados, 1.000 veces más pequeños y mucho más cercanos a la densidad del disco existente.
La expectativa de los investigadores es crear una unidad de disco duro con una sola partícula de hierro por cada cuadrado, lo que almacenaría hasta 1 terabyte de datos por pulgada cuadrada; mucho más allá de la capacidad de la mayoría de los discos duros.
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