Fuera del tema del Conflicto en IPICYT, les comparto la situación penosa que otra colega científica mexicana, formada en el extranjero y que regresó a México para trabajar en un Laboratorio Nacional financiado por CONACYT está viviendo. Esta es otra historia más (de muchas, como dice el sitio) de la ciencia mexicana, que ojala y no se vuelvan un lugar común.
miércoles, 21 de abril de 2010
lunes, 19 de abril de 2010
Sobre el seguimiento al Conflicto en IPICYT
Estimados lectores,
Desde Diciembre 2009 a la fecha, este blog ha tratado de mantener un balance entre la información disponible (y dispersa) sobre el denominado Conflicto en IPICYT (cuya acción más visible y fuerte ha sido el despido de los doctores Humberto y Mauricio Terrones Maldonado, investigadores titulares con definitividad adscritos a la División de Materiales Avanzados del instituto y líderes del llamado Grupo de Nanociencias y Nanotecnología).
En Diciembre 26 de 2009 envié un correo a los miembros de la NanoRed, expresando mi preocupación por el aparente despido injustificado de los doctores Terrones en el IPICYT y solicitando su apoyo para intentar revertir esta acción. En Diciembre 28, 2009 recibí una respuesta (no solicitada) al mismo de parte del Dr. Román López Sandoval, donde se me invitó cortesmente a no inmiscuirme en un problema que no me corresponde. La respuesta enviada el 29 de Diciembre de 2009, compartida a él y a los colegas de la Red, fue de que al final de cuentas, cualquier problema de esta índole ocurriendo en un centro público de investigación, afectando a un grupo productivo y con reconocimiento internacional, con el que numerosos investigadores -nacionales y extranjeros- tenemos vínculos de trabajo y personales, no es un problema privado, sino de interés nacional -e internacional, como hemos visto en las misivas y reportajes publicados en distintos medios a la fecha. Nosotros, como comunidad científica, nos interesamos en el quehacer de nuestros colegas, los conozcamos o no, porque la ciencia es una actividad universal y genuinamente humana.
Al día de hoy, he recibido numerosos correos de personas en México y el extranjero que piensan que el tratamiento dado por la administración del Dr. David Rios Jara no fue el apropiado y que pensamos que existen anomalías en este despido y en otros aspectos de la vida administrativa del IPICYT. También he recibido comentarios negativos y neutros sobre este problema. Todos ellos reflejan una realidad innegable: nuestro país carece de una conciencia social y de principios éticos y de comportamiento que hagan del quehacer científico una actividad valorada y respetada, incluso por varios de los mismos actores de la ciencia. Mucho parece que, como en otras áreas, se ha creado un nicho al cuál algunos acuden para implantar redes de poder y de intereses económicos, políticos y comerciales, en menosprecio a quienes nos dedicamos a la ciencia y la tecnología por las razones mas simples: porque queremos entender el mundo que nos rodea, porque nos motiva aportar y trascender hacia las futuras generaciones, porque está en nuestra naturaleza humana el preguntarnos y buscar respuestas.
Precisamente en la búsqueda de respuestas, me he encontrado con numerosos obstáculos. Las instancias oficiales a las que he acudido por éstas (CONACYT, Secretaría de la Función Pública, Gobierno del Estado de SLP), han respondido con ambiguedad, trasladado el problema a otras instancias (en donde son finalmente archivadas), invocado el principio de prescripción por tiempo para no continuar investigando o simplemente pasandose la pelotita unos a otros, como popularmente se dice. La búsqueda de la verdad -a través de la burocracia- es un proceso tortuoso y manipulado.
Sin embargo, no quiero decir que el proceso sea fuente de frustración. Creo mas bien, que fortalece el espíritu -personal y de muchas personas más que pensamos similar- por continuar exigiendo un México -y sus instituciones- libre de abuso de autoridad, justo, sin corrupción, en donde la cultura de denuncia impere y se acabe la impunidad de aquellos que creen que, por el tiempo o por el poder o ambos, son intocables. Así como (dicen algunos) nadie aguanta un "cañonazo de 10 millones de pesos", hasta la impunidad más arraigada no puede soportar a uno o más individuos encarandola de frente y denunciandola. Todo es cuestión de tiempo, por lo que hay que armarse de paciencia. Una cualidad, afortunadamente, que todo científico posee.
Nuevamente invito a la comunidad -científica y no- nacional e internacional a que revise la información existente, inquiera a los actores de ambos lados y se forme una opinión propia. Tal vez algunos piensen que lo que se hizo fue correcto, otros pensarán lo contrario. Tal vez algunos consideren que los medios no fueron los apropiados, otros supondrán que había otras salidas al conflicto. Pero al final no podemos permanecer tibios o neutros ante una situación de esta naturaleza. Sí atenta contra los principios de libertad de pensamiento y expresión, contra el derecho a investigar y cuestionarse el mundo que nos rodea. Contra el derecho fundamental de investigar. Y ese, es o debería ser considerado, un derecho fundamental de todo ser humano.
Dr. Miguel Angel Méndez Rojas, miembro del SNI, Investigador de la Universidad de las Américas Puebla, mmendezrojas@gmail.com
miércoles, 14 de abril de 2010
Carta de Estudiantes de Nanociencias publicada en Nature hoy
El día de hoy se publicó en la revista Nature una carta enviada por estudiantes del grupo de Nanociencias y Nanotecnología del IPICYT, para expresar su preocupación por la continuidad de sus proyectos de investigación y/o estancias de estudio en dicha institución mexicana.
El texto completo es el siguiente:
Students caught up in legal impasse at Mexican institute
Aarón Morelos Gómez1, Eduardo Gracia Espino1 & Juan Carlos García Gallegos11. students of the Nanoscience and Nanotechnology Group, IPICYT, Camino a la Presa San José 2055, Col. Lomas 4a. Secc. SLP, CP78216, MéxicoEmail: estudiantesnyn@gmail.com2. A full list of signatories to this letter is available as supplementary information at http://www.nature.com/nature/journal/v464/n7291/suppinfo/464977b.html
As graduate students from the nanoscience and nanotechnology group of the Institute for Scientific and Technological Research of San Luis Potosí (IPICYT), we wish to update you on events affecting us since the departure of Humberto and Mauricio Terrones (Nature 464, 148–149; 2010).
We have no wish to discredit the authorities of our institute, but we are concerned about the way in which they are handling our situation. It is evident that political and legal problems are interrupting our academic development.
The academic authorities at IPICYT have assured us that we would receive their complete support, so that we could continue with our thesis projects and dissertations. Most of our laboratory requirements have been met, and the authorities have agreed that we could choose our own advisers, whether from inside the institute or outside — including the Terrones professors.
However, the current legal situation means that, if we did choose Humberto or Mauricio Terrones, they would be unable to supervise or examine us on IPICYT premises. And it is not clear whether the IPICYT authorities would actually recognize academic connections between students and the Terrones professors.
In that case, we would need either to remain at the institute and terminate academic relations with the Terrones, or to continue our research and academic studies elsewhere. Neither option, however, would enable us to complete our thesis projects satisfactorily.
Fuente: Nature 464, 977-977 (14 April 2010) doi:10.1038/464977b Correspondence
El texto completo es el siguiente:
Students caught up in legal impasse at Mexican institute
Aarón Morelos Gómez1, Eduardo Gracia Espino1 & Juan Carlos García Gallegos11. students of the Nanoscience and Nanotechnology Group, IPICYT, Camino a la Presa San José 2055, Col. Lomas 4a. Secc. SLP, CP78216, MéxicoEmail: estudiantesnyn@gmail.com2. A full list of signatories to this letter is available as supplementary information at http://www.nature.com/nature/journal/v464/n7291/suppinfo/464977b.html
As graduate students from the nanoscience and nanotechnology group of the Institute for Scientific and Technological Research of San Luis Potosí (IPICYT), we wish to update you on events affecting us since the departure of Humberto and Mauricio Terrones (Nature 464, 148–149; 2010).
We have no wish to discredit the authorities of our institute, but we are concerned about the way in which they are handling our situation. It is evident that political and legal problems are interrupting our academic development.
The academic authorities at IPICYT have assured us that we would receive their complete support, so that we could continue with our thesis projects and dissertations. Most of our laboratory requirements have been met, and the authorities have agreed that we could choose our own advisers, whether from inside the institute or outside — including the Terrones professors.
However, the current legal situation means that, if we did choose Humberto or Mauricio Terrones, they would be unable to supervise or examine us on IPICYT premises. And it is not clear whether the IPICYT authorities would actually recognize academic connections between students and the Terrones professors.
In that case, we would need either to remain at the institute and terminate academic relations with the Terrones, or to continue our research and academic studies elsewhere. Neither option, however, would enable us to complete our thesis projects satisfactorily.
Fuente: Nature 464, 977-977 (14 April 2010) doi:10.1038/464977b Correspondence
[ Archivo de PDF de esta carta y de la lista de firmantes.
Liga a la carta original enviada a NATURE
(en CienciayRevolución)]
domingo, 11 de abril de 2010
Una Nueva Revolución
Artículo/entrevista a Mauricio Terrones en CNN-Expansión.com de Julio 2009, como parte de una serie de un reportaje sobre "8 Pilares de la Manufactura" (mexicanos que estan dando pie a una nueva era industrial en México).
Es de destacar la influencia en su vida y pensamiento de su abuelo, hombre recto, honesto y claro, congruente en su vida y palabras.
El texto completo, AQUI.
Es de destacar la influencia en su vida y pensamiento de su abuelo, hombre recto, honesto y claro, congruente en su vida y palabras.
El texto completo, AQUI.
viernes, 9 de abril de 2010
Hacia un México mejor, libre de corrupción, mediocridad e impunidad
(texto de Mauricio Terrones, publicado en la revista IBERO, Revista de la Universidad Iberoamericana, Año 1, Número 4, Octubre-Noviembre, 2009).
En los tiempos actuales, la educación de la población en los niveles medios y superiores es más común, lo que resulta en el egreso de una cantidad significativa de profesionistas o técnicos que, en principio, pretenden tener un México y un mundo mejores. Por otro lado, la sociedad ha adoptado una filosofía desmedida del consumismo,lo que ha traído graves consecuencias: derroche de los recursos naturales, contaminación de suelos, aire y agua, y, junto con ello, el valor del dinero es cada vez mayor que la satisfacción profesional y el servicio a los demás, o bien más importante que la solución de problemas de alto impacto social.
Entonces, tenemos por un lado, un mundo muy evolucionado tecnológica y administrativamente que, en los últimos sesenta años, ha tenido la capacidad de avanzar de una manera muy significativa. Algunos de los principales desarrollos en las últimas décadas comprenden el descubrimiento de los medicamentos que han salvado un sinnúmero de vidas (entre ellos, los antibióticos, la insulina, diversas vacunas), las computadoras, la Internet, nuevos materiales,
etcétera. Sin embargo, al mismo tiempo que hemos tenido todos estos logros tangibles, existe una decadencia en la formación de personas con bases robustas de valores y de ética profesional.
Estos valores humanos hacen que la población pueda también realizarse a plenitud. El resultado de esta dualidad consumo-tecnología y ética-humanismo, y su divergencia cada vez más pronunciada, nos exigen urgentemente el planteamiento y aplicación de nuevos modelos de educación, a todos los niveles, que ayuden a mitigar esta divergencia y que en el futuro, el ser humano pueda tener un mundo más equilibrado de valores, ética y desarrollos tangibles.
Mi formación profesional ha sido la de un científico pero, gracias a la educación en casa y a la formación jesuita que recibí en mis estudios profesionales, he podido conjuntar el servicio a los demás, la importancia de la ética profesional en la vida diaria, la calidad de mis logros a nivel internacional y la congruencia de mis actos con mis palabras. En el transcurso de mi vida me he percatado que en la sociedad actual los valores y la ética profesional no son importantes en la vida cotidiana, y al parecer lo más importante es lograr superarse a través de un egocentrismo desmedido que busca el bien personal sobre todas las cosas. Esto ha dado como resultado la falta de un compromiso genuino con la sociedad y la ausencia de apoyo en la solución de problemas de alto impacto social a nivel nacional y mundial.
Considero que el problema que arriba menciono tiene raíces y se ha incrementado en las últimas décadas, debido a la copia fiel de los modelos capitalistas en los países en vías de desarrollo. En los países altamente industrializados, los valores, la ética y la importancia de la familia (la célula de la sociedad) parecen no ser una prioridad. Considero que esta decadencia, que tuvo lugar entre los últimos cuarenta o sesenta años, ha producido nuevas generaciones preparadas primordialmente para contribuir al progreso tecnológico-administrativo-mediático, pero no al desarrollo en las áreas humanísticas que son las que contribuyen a tener una conciencia de la sociedad, la familia y su importante papel en la realización del ser humano.
Desafortunadamente, estos dos mundos divergentes, se acentúan más en los países altamente desarrollados, y la carencia de la formación humanista a todos los niveles ocasiona que no se comprenda la importancia del balance de estos mundos para el progreso unificado de una sociedad, que sea más igualitaria, libre de corrupción y libre de mediocridad.
Frente a estas divergencias es muy importante desarrollar nuevos esquemas educativos a todos los niveles (desde preescolar hasta la educación superior y de posgrado), que promuevan la formación de seres humanos comprometidos a mejorar las condiciones socioeconómicas de nuestro país, para que exista mayor equidad, menos ciudadanos en extrema pobreza y una sociedad con valores éticos y morales bien establecidos. Además, la formación de todo ser humano (incluyendo los científicos) debe ser fundamentada y reforzada en el núcleo familiar. Con esta base sólida (familia-instituciones educativas) será posible erradicar la mayoría de los males sociales que nos aquejan.
Estoy convencido de que una correcta educación de las nuevas generaciones va a capitalizar en la creación de la conciencia general de varias problemáticas nacionales y mundiales. Dentro de la familia, considero que la formación ética, de valores y la congruencia de éstas en la vida diaria, son importantísimas para el desarrollo de los individuos en un ambiente de cordialidad y realización a plenitud. También estoy convencido de que el trabajo en equipo y sinérgico es vital y ha demostrado que personas de diferentes países y religiones pueden trabajar conjuntamente y en armonía con el fin de resolver problemas que nos afectan a todos.
Dentro de mi formación profesional en la Universidad Iberoamericana, en la cual siempre se me dio libertad de pensamiento y credo, tuve la oportunidad de ser testigo de la importancia de materias obligatorias de integración con estudiantes de otras disciplinas. En particular, éstas son cinco materias, las cuales pretenden dar a conocer este componente humanista y social del que carecen las demás universidades del país. Sin embargo, creo que este esquema debe ser transferido a otros niveles y debe ser instituido y fortalecido a lo largo de toda la formación de los individuos. Algo que siempre llevo conmigo es el lema de la Universidad Iberoamericana: “La verdad nos hará libres”. Ha sido muy importante a lo largo de mi vida, y yo en innumerables ocasiones la practico, especialmente, en situaciones adversas (en las que no hay que doblegarse).
Recomiendo a los lectores que practiquen y transmitan esta frase tan corta pero que significa mucho.
Hablando siempre con la verdad, y practicando cada día la denuncia, estaremos erradicando eficientemente la corrupción, la mediocridad y la impunidad. Asimismo, la libertad es vital para el desarrollo de los individuos, ya que sin ella, se truncan los ideales y las metas de las personas en general y de los profesionistas en particular. Si no somos veraces, nuestra libertad siempre estará comprometida y la realización personal se extinguirá día con día.
Algunos valores que considero importantes en el desarrollo humano-profesional son: la verdad, la libertad, la ética profesional, el cuestionamiento ante situaciones y la propuesta de posibles soluciones, el servicio a los demás, y la congruencia de nuestros actos con nuestras palabras. Hay que recordar que existen problemas serios en nuestro país y en el mundo, como son: la corrupción, la impunidad, la mediocridad, la inanición, la pobreza extrema, la insalubridad, la inseguridad, el analfabetismo, la falta de identidad o nacionalismo, la superstición excesiva, la falta de compromiso con la sociedad, la pérdida de nuestros valores, nuestras costumbres y raíces, el derroche de los recursos naturales, la contaminación global, y todo ello, en el caso de
México, dentro de un país rico habitado por gente hambrienta.
Utilizando los elementos arriba descritos es necesario diseñar planes educativos que fortalezcan la transmisión de los valores mediante la impartición de materias (o actividades), que promuevan la concientización de las problemáticas mencionadas, utilizando las sinergias (trabajo en equipo) y la multidisciplina y apertura como elementos de progreso. Estos tienen que ser adecuados a cada sociedad, atacando específicamente sus problemáticas.
Estos planes o modelos también tienen que comprender actividades con la familia, con el fin reforzar los valores y la importancia de la ética profesional y el servicio a los demás. Para ello es necesario concientizar a las autoridades correspondientes a nivel federal, estatal y municipal, acerca de la importancia de impulsar esta filosofía unificada, que en un mediano plazo podría tener un impacto positivo en el desarrollo social. Sin embargo, considero que para realizar estos cambios adecuadamente, es necesario contar con verdaderos líderes sociales y no políticos caducos que únicamente buscan la satisfacción personal o la de sus partidos. Los líderes genuinos podrán concientizar a los padres de familia de la urgencia de una educación robusta, reforzando la congruencia, el cuestionamiento, la denuncia y la importancia de que esta filosofía trascienda a otras generaciones. La ventaja de que un líder social comience a activar esta filosofía educativa es mucho más probable que el deseo de que las autoridades finalmente decidan o acuerden llevar a cabo estos cambios. Por lo pronto, no hay que perder más el tiempo, y sugiero que los profesionistas transmitan a sus colegas la importancia de la búsqueda de la verdad, de los valores éticos y de la libertad, para así alcanzar un progreso socioeconómico balanceado que podrá potenciar a México.
[ Texto en PDF ]
lunes, 5 de abril de 2010
Entrevista (Septiembre 2009) a Mauricio Terrones
En el número 3 (Agosto-Septiembre, 2009) de la Revista Ibero (una publicación de la Universidad Iberoamericana - Ciudad de México), se publicó la siguiente entrevista al Dr. Mauricio Terrones. Vale la pena leer sus comentarios respecto a "Un México sin corrupción y mediocridad", la relevancia social de la nanociencia y "Los valores y la búsqueda de la verdad". En particular, el énfasis que hace a la ética profesional, el trabajo arduo y el no dejarse inmutar ante las frustraciones y el fracaso.
El documento completo (en PDF) está aquí.
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