Podríamos decir que la historia empezó en la década de 1970 cuando
Eric Drexler (el autor de "Radical Abundance", su mas reciente texto) comenzó a desarrollar sus muy originales (pero a veces imprecisas) ideas sobre "nanotecnología molecular". Inspirado en el discurso de
Richard Feynman de 1959 (
There's Plenty of Room at the Bottom), Drexler escribió en 1986 el texto "
Engines of Creation: The coming era of Nanotechnology", un libro donde describe las ideas desarrolladas en su juventud y que terminaría de afinar en su tesis doctoral (publicada en 1992) "
Nanosystems: Molecular machinery, manufacturing and computation". Hasta este punto, Drexler había de alguna forma abogado por una comprensión pública en el tema de nanociencia y nanotecnología, pero algunas de sus ideas, como el
gray goo o las máquinas de ensamblaje molecular o los
nanorobots empezaron a inquietar a investigadores tan serios como Richard Smalley (Rice University), quién no pudo seguir soportando que estas ideas contaminaran la percepción pública realista de los alcances de la NyN. En una serie de
cartas al editor en la revista
Chemical & Engineering News en 2003, Smalley y Drexler intercambian (a veces de manera ácida) sus puntos de vista opuestos, terminando con una profunda y bien sustentada crítica de Smalley a las ideas carentes de sentido de Drexler. Lamentablemente,
Richard Smalley fallecería en Octubre de 2005 y ya no está entre nosotros para discutir el nuevo libro de Drexler.
Para hacer justicia a la NyN y al espíritu defensor de Smalley, solo me queda asegurar que "Radical Abundance" es un texto que intenta promover el concepto de "manufactura atómica de precisión" (APM,
atomically precise manufacturing), que en esencia no es otra cosa que una manera de decir "máquinas de autoensamblaje molecular". El texto carece de una visión científica precisa, y se fundamenta en lo que el autor puede ver a través de un simulador computacional, sin entender que entre la computadora y la realidad hay pocos paralelismos.
Para una visión completa de la erronea visión de Drexler, pueden visitar el siguiente
link, donde una reseña completa puede ayudarles a entender porqué, sin necesidad de tener a Smalley vivo, nuevamente el debate tiene un ganador indiscutible:
Ricky y el sentido común.