Se utiliza nanotecnología para lograr una nueva forma de eliminar las bacterias resistentes a los antibióticos.
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), en Chapel Hill, han descubierto una debilidad fundamental en la enzima que ayuda a las bacterias “fértiles” a intercambiar genes para hacerse resistentes a los fármacos. Según esta investigación, los fármacos conocidos como bisfosfonatos, ampliamente prescritos para la pérdida ósea, bloquean esta enzima y evitan que las bacterias extiendan los genes de resistencia de los antibióticos. Interferir con la enzima tiene el efecto añadido de aniquilar las bacterias resistentes a los antibióticos en cultivos de laboratorio. Actualmente, se están llevando a cabo estudios de estos fármacos con animales.
“Nuestro descubrimiento puede conducir a la capacidad para eliminar de forma selectiva las bacterias resistentes a los antibióticos en pacientes, y detener la expansión de las resistencia en entornos clínicos”, señala el Dr. Matt Redinbo, autor senior del estudio y profesor de química, bioquímica y biofísica en la UNC.
El estudio ofrece una nueva arma en la lucha contra las bacterias resistentes a los antibióticos, que constituyen un grave problema de salud pública. En la última década, casi todos los tipos de bacterias se han vuelto más resistentes a los antibióticos. Estas bacterias producen infecciones mortales realmente difíciles de tratar y muy caras.
Cada vez que alguien toma un antibiótico, el fármaco elimina las bacterias más débiles del flujo sanguíneo, pero cualquier bacteria con una mutación que la protege frente a los antibióticos sobrevive. Estos microbios resistentes a los fármacos acumulan mutaciones con rapidez y las comparten con otras bacterias por conjugación (equivalente al apareamiento).
La conjugación se inicia cuando dos bacterias unen sus membranas. A continuación, cada una de ellas abre un agujero en su membrana, a través del cual una le pasa una hebra de ADN a la otra. Después las dos siguen felices su camino, una de ellas con nuevos genes. Muchas bacterias con elevada resistencia a los fármacos dependen de una enzima, llamada ADN relaxasa, para obtener y transmitir sus genes de resistencia. Una mutación que ofrece resistencia a los antibióticos se puede transmitir en una colonia con tanta rapidez como el último éxito de YouTube.
Los investigadores analizaron la relaxasa porque desempeña un papel fundamental en la conjugación. Esta enzima inicia y detiene la circulación de ADN entre las bacterias.
Encabezado por el estudiante de postgrado Scott Lujan, el equipo creía poder bloquear la relaxasa buscando alguna vulnerabilidad en una imagen tridimensional de la proteína relaxasa. Lujan, estudiante de postgrado en bioquímica en la Facultad de Medicina, confirmó su corazonada utilizando la cristalografía de rayos-x, que crea imágenes estructurales a nanoescala de la enzima.
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