Usando dispersión de neutrones, científicos del Instituto Langevin han tratado de determinar la elasticidad de la estructura del ADN. Sus resultados ayudan a explicar como este puede doblarse, flexionarse, torcerce y separarse para transcribir el ARN y replicarse a sí mismo; procesos que permiten la herencia genética. Así como remarcar la importancia de iones y moléculas disueltas en el medio que rodea al ADN para hacerlo más suave.
Como un dato curioso, la fuerza de elasticidad encontrada es parecida a la que presenta el naylon usado comúnmente en la industria textil.
En este link se encuentra la noticia completa:
http://www.sciencedaily.com/releases/2011/09/110908091024.htm
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