La conversión de luz a calor por nanoparticulas conductivas,
bajo iluminación laser, a demostrado que induce dramáticamente localizado el
calentamiento e incluso evaporación de su medio anfitrión (liquido en que están
depositadas). En este proceso podemos usar la energía solar como base para la evaporación
de un gas, sin la necesidad de tener que calentar previamente el liquido al
punto de ebullición pues las partículas submicrometricas absorben la luz en el
espectro de la luz solar y se dispersan y calientan el agua por en sima de los
100°C en geometrías compactas. En este caso las partículas metálicas conocidas como
plasmones superficiales son las responsables absorbedoras intensas de radiación
óptica, debido a las oscilaciones colectivas de su electrón de conducción
deslocalizado. Estas partículas cuando se excitan por resonancia, la energía no vuelve a irradiar a
través de la dispersión de luz si no que se disipa a través de una amortiguación
Landau (no radiactiva) que resulta en el incremento dramático de la temperatura
en la proximidad de la nanopartiícula. Es de gran interés en aplicaciones de
medicina como en la terapia de cáncer fototermica.
La tecnología ahi la encontramos, ahora solo hay q aprovecharla y darle un uso
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