Nanoscribe, una spin-off del Instituto
de Tecnología de Karlsruhe en
Alemania, ha desarrollado una microimpresora 3D de sobremesa capaz de crear
complicadas microestructuras cien veces más rápido de lo que ha sido posible
hasta ahora.
Mientras
que la impresión 3D de juguetes, fundas para iPhone y bisutería sigue
acaparando titulares, el mayor impacto de la impresión 3D podría darse a una
escala mucho más pequeña. La impresión a escala micrométrica ofrece
posibilidades para la fabricación de aparatos médicos y electrónicos.
Imprimir microestructuras con detalles de unos cientos de nanómetros podría ser útil para fabricar cánulas cardiovasculares, microagujas para inyecciones indoloras, adhesivos gecko , partes para chips de microfluidos y andamiaje para el cultivo de células y tejidos. Otra aplicación importante podría darse en la industria de la electrónica, donde crear patrones de detalles nanométricos sobre los chips en la actualidad implica el uso de técnicas lentas y caras .Tambien puede usarse para crear y estudiar materiales que se podrían usar como catalizadores y para fabricar estructuras ligeras y resistentes
La
tecnología de las microimpresoras 3D se llama polimerización de dos fotones y
consiste en centrar diminutos pulsos ultracortos de un láser de infrarrojos
cercanos sobre un material sensible a la luz. El material se polimeriza y
solidifica en los puntos tocados por los pulsos y el rayo láser se va moviendo para
crea un objeto en 3D. Las nuevas impresoras aceleraron el proceso al usar un diminuto espejo móvil que refleja el rayo
láser a distintos ángulos.
Foto: Una imagen de microscopio de barrido electrónico muestra un andamio para células impreso usando el nuevo aparato de Nanoscribe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario