Junto a la co-autora, la Dra. Marcia Simon, profesora de Biología
Oral y Patología en la misma universidad y directora del Banco de Piel Viva
(Living Skin Bank) de la universidad, los investigadores probaron el impacto de
las nanopartículas in vitro en diferentes tipos de células, incluyendo el tejido
adiposo, para determinar si sus funciones básicas se ven trastornadas cuando
son expuestas a dosis muy pequeñas de nanopartículas. El tejido adiposo
subcutánea actúa como un aislante de calor y frío, fucniona como una reserva de
nutrientes y se encuentra alrededor de órganos internos como relleno, en la
médula osea amarilla y el tejido mamario.
Descubrieron que el tejido adiposo humano derivado de células
estromales, un tipo de células madre adultas, fueron penetradas por las
nanopartículas de oro casi instantáneamente y que las partículas se acumulaban
en las células sin una ruta para la eliminación. La presencia de las partículas
interrumpió muchas funciones en las células, como el movimiento, la replicación y la contracción de colágenos,
todos estos siendo procesos esenciales para la cicatrización de
heridas.
De acuerdo con los investigadores, el hallazgo más preocupantes
fue que las partículas interferían con la regulación genética, la expresión del
ARN, e inhibían la habilidad de diferencias entre adipocitos maduros o células
grasas.
Referencia
Tatsiana Mironava, Michael
Hadjiargyrou, Marcia Simon, Miriam H. Rafailovich. Gold nanoparticles cellular toxicity
and recovery: Adipose Derived Stromal cells.Nanotoxicology, 2013; : 1 DOI:10.3109/17435390.2013.769128
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