En esta nueva investigación, un equipo de ingenieros del Centro de Tecnología Avanzada para Materiales, de la Universidad de Sydney, ha encontrado una forma de emplear la elasticidad de los nanotubos de carbono no sólo para detener las balas de modo que no penetren a través del material, sino también para hacer rebotar su fuerza.
La mayoría de los materiales para proteger frente a proyectiles son fabricados actualmente utilizando múltiples capas de Kevlar, Twaron o fibras de Dyneema, que detienen la penetración de las balas dispersando su fuerza. Sin embargo, los usuarios aún pueden sufrir algunos daños, concretamente traumatismos por el fuerte golpe del impacto, quizás contusiones severas, o, peor aún, en ciertos casos daños en órganos críticos. La elasticidad de los nanotubos de carbono implica que podrían evitar los traumatismos por golpes fuertes y por eso los ingenieros en Sydney han iniciado experimentos para encontrar el punto óptimo de elasticidad que permita fabricar dispositivos antibala más eficaces. Investigando las propiedades de los nanotubos de carbono para repeler las fuerzas y concluyendo con un diseño óptimo, los investigadores pueden producir materiales a prueba de balas más efectivos. Trabajando en la escala nanométrica los investigadores diseñan estructuras que manipulan interacciones atómicas y moleculares individuales. Trabajar en esta escala microscópica permite a los ingenieros diseñar materiales muy diferentes, y útiles. Entre ellos, figuran los nanotubos.
1 comentario:
¿quiere esto decir que a la inversa tambien absorvería la energia de los impactos? os imaginais la repercusion en accidentes, caidas desde alturas... si dan con ello sería desde luego revolucionario de verdad y de gran importancia en nuestras vidas.
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