jueves, 26 de noviembre de 2009

Nanotecnología a corto y largo plazo

La dimensión temporal es una variable clave en el tema que nos ocupa. La nanotecnología molecular no parece que pueda ser una realidad a corto plazo, señalan un gran número de expertos. Hay una división de opiniones entre los seguidores de Eric Drexler (NASA MIT, Foresight Institute, Nanorex...) y los que asumen las críticas de Richard Smalley (Premio Nóbel 2001) mucho más escépticas y que relegan las posibilidades de avanzar a corto plazo en términos relevantes.

Sin embargo los equipos de investigación resuelven incógnitas parciales lentamente que ayudan a comprender las leyes que rigen en el ámbito del nanoespacio. Un día se habla de un interruptor de procesos, otro día de un nanovehículo de transporte a nanoescala, otro de nuevas propiedades físicas que rigen en ese terreno... haciendo posible una familiarización de las reglas que rigen en esta desconocida dimensión.

Si la nanotecnología molecular –en el sentido apuntado por Drexler- empezara a ser realidad antes de los plazos previstos por los más escépticos, quizás los gobiernos tendrían serios problemas derivados de la entidad de los impactos de lo nano en sus respectivos sistemas económicos. The Center for Responsible Nanotechnology (unido indirectamente a Drexler) hace referencia explícita a los efectos de la nanoproducción masiva lo que llevaría a la desaparición de numerosísimas líneas de producción de productos no fabricados con nanotecnología que dejarían de ser competitivos, así como las enormes reducciones de empleo que se derivarían de los mismos, o la estructura monopolística potencialmente ligada a estos grandes saltos tecnológicos. Muchas de nuestras infraestructuras económicas quedarían obsoletas en muy poco tiempo.

La entidad de estos riesgos bien merecería que los países y gobiernos hicieran algún ejercicio de prospectiva y cualquier atención hacia la nanotecnología quedaría más que justificada. Pero seamos realistas, en el corto y medio plazo, aun sin el concurso de una nanoproducción masiva, hay bastantes razones para apostar e ir familiarizándonos con la nanotecnología.

En todo caso los científicos siguen trabajando con instrumentales que les permiten obtener éxitos parciales con las nuevas herramientas derivadas de la observación a través de las nuevas técnicas instrumentales (microscopios de efecto túnel) capaces de revelar la estructura atómica de las partículas.

La nanotecnología da pequeños pasos a base del descubrimiento de nuevas propiedades de determinadas nanopartículas o la fabricación de nuevos materiales con propiedades realmente prometedoras como es el caso de los nanotubos.

Los descubrimientos actuales permiten avances importantísimos. La industria de la computación, la alimentación, la medicina, la energía, el textil, la industria ligada a la defensa, los artículos deportivos de alto rendimiento, la industria del automóvil, la construcción, el agua, el tratamiento de residuos... son algunos de los sectores que empiezan a ver aplicaciones relevantes e inversiones productivamente rentables.

Incluso dando por hecho que el hoy rompecabezas de la nanotecnología molecular haga una utopía el potencial de la robótica a nanoescala(nanomáquinas), las previsiones más serias de la nanomedicina (imágenes, diagnóstico, tratamiento selectivo y por objetivos de cuerpos celulares enfermos como el cáncer, etc.) o de la miniaturización de industria de la computación ya de por sí justificarían apuestas decididas.

La nanotecnología puede ser un ejemplo a medio plazo de la rentabilidad de la sociedad del conocimiento. Fuertes inversiones en I+D pueden propiciar progresivamente en el actual panorama económico una más economía fuerte que vaya dando forma a nuevos sectores productivos e infiltrándose intersectorialmente para ganar competitividad internacional. Es un bien entrenamiento para posicionarse dentro de las reglas de la sociedad del conocimiento.

Hoy puede decirse respecto de Internet que no todos los países, los sectores o las empresas han aprovechado uniforme u homogéneamente sus potencialidades. Hace bien poco se hablaba de la ventaja competitiva que suponía para la Banca de determinados países la adopción de las nuevas tecnologías e Internet.

Incluso, tras inversiones muy potentes de operadores nacionales (Telefónica con Terra es un ejemplo entre muchos otros), la mayoría de los países se han quedado fuera del gran mercado de Internet que hoy constituyen las grandes empresas que absorben la totalidad servicios más relevantes del mercado actual (Google, Microsoft, Yahoo, Ebay).

Pero quizás es más inquietante la falta de reflejos del conjunto de determinados sectores y empresas a la hora de utilizar sus herramientas para ganar productividad y competitividad. En sus conjunto hay países que son conscientes de que no han sabido aprovechar o maximizar las ventajas derivadas de la llegada de la sociedad de la información[ii].

Con la nanotecnología puede pasar lo mismo. Los riesgos derivados de no prepararse
absorber un razonable protagonismo en el ámbito internacional y familiarizarse con sus beneficios y peligros son importantes.


En algunos países hay instituciones privadas y públicas que se están movilizando para profundizar en los beneficios y riesgos asociados a la nanotecnología así como en las estrategias para abordar su enfoque y desarrollo.

En Estados Unidos el Institute for Global Futures de J. Canton llevó a cabo en 1999, a través de financiación privada, una evaluación que tendría la nanotecnología en los negocios Se llevaron a cabo numerosas entrevistas a personas vinculadas a una amplia gama de negocios en sectores ligados a: atención de la salud, industrias manufactureras, medicina, tecnologías de la información, bienes de consumo, turismo y ocio y servicios

Este estudio identificó un nivel de conciencia y de conocimientos generales muy bajos. Menos del 2% señalaron que pensaban que sabían lo que era la nanotecnología. Otro 2% indicaron que habían oído hablar de la nanotecnología pero que no podían explicar lo que significaba. Sin embargo el 80% de los encuestados estaba de acuerdo en que se trataba de una tecnología que tendría un enorme impacto en sus negocios cuando se les daba información sobre la misma. El 45% de los encuestados expresaron interés en aprender más acerca de la nanotecnología.

Quizás esta toma de conciencia en países como España, México, Argentina o Brasil sea la misma que en Estados Unidos en 1999.

Desde entonces en algunos países han proliferado iniciativas, programas, centros especializados cuya principal misión es fomentar el conocimiento y la toma de conciencia de los beneficios, riesgos, impactos asociados a la nanotecnología.

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