General Electric por medio de sus investigadores y con la ayuda de la Agencia de Defensa para Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA), con el fin del desarrollo de sensores altamente sensibles basados en las habilidades de las alas de mariposas.
Desde los laboratorios en Nueva York anunciaron que hace tres años, científicos descubrieron que la estructura sub-microscópica de las alas de mariposas eran capaces de detectar rastros de químicos en el aire.
El encargado principal de dicha investigación Radislav Potyrailo y su grupo, intentan rehacer estos sensores utilizando herramientas de nano-tecnología para detectar rastros de explosivos, emisiones de gases e incluso enfermedades en el aliento de un paciente.
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