La nanotecnología en la agricultura y en la producción alimentaria
La nanotecnología representa la última de las agresiones y, en muchos sentidos, la
de mayor alcance, de la alta tecnología sobre la agricultura y los alimentos frescos.
La nanotecnología, que consiste en el procesamiento atómico de los sistemas
alimentarios, es la antítesis de los sistemas ecológicamente sostenibles y
controlados localmente. Es más, convierte la granja en una ampliación automatizada
de la línea de producción de una fábrica con alta tecnología, y por otra parte utiliza
productos patentados, lo que lleva inevitablemente a la concentración del control
corporativo. Además, comporta nuevos riesgos muy graves para la salud de los
humanos y para el medio ambiente.
La nanotecnología es la manipulación de materiales y de organismos vivos a la
escala de los átomos y las moléculas. Esta se utilizará para manipular semillas y
alterar sus características, teóricamente sin modificar los genes hereditarios. La
nanotecnología se utilizará además para reformular al nivel de los átomos los
insumos que se utilizan en la granja, incluidos fertilizantes, herbicidas y pesticidas.
También se utilizará para fabricar comida basura que pueda comercializarse por sus
propiedades saludables, y para producir alimentos «inteligentes» con el fin de
alargar de una forma espectacular su fecha de caducidad y permitir así que se
transporten a mayores distancias. La nanovigilancia permitirá llevar a cabo un
seguimiento de los alimentos desde el campo, pasando por la cadena de
procesamiento, hasta los supermercados e incluso más allá.
La nanotecnología supone una grave amenaza para la soberanía alimentaria. Al
aplicarse en cada una de las fases de la producción alimentaria y de la cadena de
procesamiento, la nanotecnología representa una oportunidad sin precedentes para
una concentración todavía mayor del control corporativo. Además, introduce riesgos
nuevos y más graves para la salud humana y para el medio ambiente. Sin embargo,
ante la ausencia de un debate público y el descuido por parte de los organismos
reguladores, ya se han introducido en el mercado algunos alimentos sin etiquetar
que han sido producidos usando la nanotecnología.
La nanotecnología es una industria en rápida expansión. A pesar de ello, dada la
ausencia de una normativa de etiquetaje de productos obligatoria a nivel mundial es
imposible determinar el número de productos alimenticios comercializados que
contienen nanoingredientes. El grupo asesor Helmut Kaiser Consultancy Group, un
analista pro nanotecnología, afirma que en la actualidad en todo el mundo hay más
de 300 nanoproductos alimenticios disponibles en el mercado. La consultora estima
que a nivel global el mercado de la nanoalimentación tenía, en 2005, un valor de
5.300 millones de dólares americanos y que esa cifra aumentará hasta 20.400
millones en 2010. Finalmente, prevé que para el 2015 la nanotecnología se utilizará
en el 40 % de las industrias alimentarias.
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