Este trabajo, consistente en un sistema basado en nanotubos de carbono, aparece publicado en la revista Nanoletters y supone un paso más en la búsqueda de espectrómetros de masas que permitan a los científicos medir con una resolución atómica algo tan pequeño como la masa de una proteína.
La investigación ha sido dirigida por Adrián Bachtold, del Centro de Investigación en Nanotecnología y Nanociencia (centro mixto del CSIC y el Instituto Catalán de Nanotecnología), en Barcelona, con la participación de la Universidad Politécnica de Cataluña.
El sensor se basa en un nanotubo de carbono, de un nanómetro (millonésima parte de un metro) de diámetro, que está fijado por ambos extremos a dos electrodos.
A temperatura ambiente, el dispositivo tiene una resolución de 25 zeptogramos, pero cuando se enfría hasta 5 grados kelvin (268,15 grados centígrados bajo cero) su resolución mejora sensiblemente: logra captar masas de hasta 1,4 zeptogramos (un zeptogramo es la milésima de la millonésima de la millonésima de la millonésima parte de un gramo).
Hasta la fecha, los nanosensores habían logrado resoluciones de unos 7 zeptogramos a temperaturas de 4,2 grados kelvin, pero el diseñado ahora podría detectar cantidades de masa, como la que tienen las proteínas u otras unidades con una resolución atómica.
Entre sus potenciales aplicaciones, destaca la posibilidad de monitorizar las reacciones en el núcleo de átomos individuales o las reacciones químicas en moléculas biológicas.
La diminuta masa de los nanotubos (apenas unos atogramos, la millonésima parte de un microgramo) es la clave para convertirles en sensores ultrasensibles, ya que cualquier cantidad de masa que se incorpore a los tubos será detectada.
Tras este estudio, el investigador del CSIC y sus colaboradores trabajan ya en la mejora del dispositivo y, en un futuro, pretenden alcanzar una resolución de 0,001 zeptogramos, la masa del núcleo de un átomo.
Neiba Yee
fuente:http://www.cienciaysociedad.info/nano/2008
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