viernes, 4 de mayo de 2012

El sueño del Bio-LED: polvo de oro para que los árboles iluminen la noche

La bioluminiscencia, o la capacidad de muchos seres vivos de producir luz y brillar en la oscuridad, es un fenómeno totalmente natural que lleva años fascinando a los científicos. Unos físicos electro-ópticos de Taiwán han descubierto que las nanopartículas de oro pueden inducir la bioluminiscencia en las hojas de las plantas, lo que permitiría, por ejemplo, utilizar los árboles plantados en las calles y carreteras para iluminar el camino al que han dado sombra por el día. Se convertiría así a nuestras amigas las plantas no sólo en valiosos sumideros de CO2, sino también en generadores de energía lumínica ilimitada para nuestro futuro. Los científicos taiwaneses llegaron a este descubrimiento mientras estudiaban nuevos compuestos para lograr diodos emisores de luz (LED) más eficientes. La iluminación LED ha sustituido a las fuentes de luz tradicionales en los alumbrados públicos de las carreteras y calles. Sin embargo, una gran cantidad de diodos emisores de luz, blanca sobre todo, utiliza polvo de fósforo para estimular longitudes de onda diferentes. Pero el polvo de fósforo es altamente tóxico y su precio es caro. El Dr. Yen-Hsun Wu y su equipo ha descubierto un método que es menos tóxico para reemplazar el polvo de fósforo por polvo de oro, tan fino que no se ve, pues está en escala nanométrica. En su investigación, Dr. Yen-Hsun Wu implantó nanopartículas de oro en la Bacopa caroliniana, una planta acuática de agua dulce, y fue capaz de inducir la clorofila en las hojas para que produjera una iluminación de color rojo. La clorofila vegetal muestra bioluminiscencia en una longitud de onda de alta (400 nm) de excitación ultravioleta. Por el contrario, las nanopartículas de oro se excitan en longitudes de onda más cortas. Mediante la implantación de las nanopartículas en las plantas de Bacopa caroliniana, fueron capaces de lograr que la clorofila de las hojas produjera un brillo bermellón en el espectro de luz visible. En el futuro, el conocimiento sobre estos “bio-LEDs” podría ser usado para plantar árboles que iluminen las calles y carreteras, permitiendo alcanzar fácilmente tanto las metas de ahorro de energía como las de protección del medio ambiente. Y aunque el oro está por las nubes, tampoco sería un método excesivamente caro. Se ha conseguido sintetizar estas nano-particulas de oro en el laboratorio para muchas aplicaciones, desde detectores cancerígenos a vacunas. Pero este “oro invisible” nanométrico, oculto a los ojos del hombre, está muy presente en la naturaleza en aguas subterráneas que son muy saladas o ácidas, ya que estas aguas disuelven el oro primario y lo redepositan en los lechos como cristales de oro puro, en forma tan pequeña que los buscadores del metal precioso nunca podrían verlo sin ayuda de un espectrómetro de electrones. Quizá regando los árboles con estas aguas para que sintetizaran las nanopartículas prodigiosas, se podría cerrar el círculo y lograr que su brillo alumbrara el camino en este futuro incierto que nos espera. Para saber mas visitar: http://www.cookingideas.es/el-sueno-del-bio-led-polvo-de-oro-para-que-los-arboles-iluminen-la-noche-20101109.html

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