Existen diversos métodos para la sisntesís de nanopartículas metalicas pero los más empleados son aquellos que utilizan procedimientos químicos. Por lo general inician con la reducción de los iones metálicos a átomos metálicos, seguido por la agregación controlada de estos átomos. El método químico es el más conveniente para la obtención de nanopartículas uniformes y pequeñas, además estas características también dependen de la cantidad de agente reductor empleado.
Las aplicaciones posibles de estas nanopartículas incluyen: comunicación ultrarrápida de la información, almacenamiento óptico de la información y semiconductores [1]. La catálisis es la aplicación química más importante de las nanopartículas metálicas. Los metales de transición, especialmente los metales preciosos, muestran una gran actividad catalítica para muchas reacciones orgánicas. Estos materiales presentan propiedades tanto en la catálisis heterogénea como en la homogénea. La catálisis toma lugar en los sitios activos de los núcleos metálicos, el cual es, un mecanismo muy similar a la catálisis heterogénea. En cuanto a la catálisis homogénea, las nanopartículas se fusionan perfectamente en el medio de reacción [2].
[1] S Link, Z. L. Wang y M. A. El-Sayed. J. Phys. Chem. B 1999, 103, 3529-3533
[2] Santos-Hernández David, González-García B. María et al, Electroanalysis 2002, 14, No. 18
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