miércoles, 28 de noviembre de 2012

Regeneración de tejidos






El trabajo de investigación desarrollado por Samuel I. Stupp, profesor de ciencia de los materiales, química, y medicina, y director del Instituto para la BioNanotecnología en la Medicina (IBNAM), indica que las nanotecnologías pueden usarse a fin de movilizar las propias capacidades curativas del cuerpo para reparar o regenerar tejidos y órganos.

En una rotunda demostración de lo que la nanotecnología podría lograr en la medicina regenerativa, ratones de laboratorio paralizados por lesiones en la médula espinal han recobrado la capacidad de emplear sus patas posteriores seis semanas después de una inyección de un nanomaterial diseñado para este propósito.

Inyectando moléculas que se diseñaron para que se autoensamblaran en las nanoestructuras del tejido de la médula espinal, los investigadores han logrado repoblar de neuronas la sección dañada. Las nanofibras, miles de veces más finas que un cabello humano, son la clave no sólo para impedir la formación del dañino tejido de cicatriz que impide que se cure la médula espinal, sino para estimular al cuerpo a regenerar las células perdidas o dañadas.

Stupp y sus colaboradores diseñaron moléculas con la capacidad de autoensamblarse en nanofibras después de ser introducidas en el cuerpo por medio de una inyección. Cuando las nanofibras se forman pueden ser inmovilizadas en el área de tejido donde es necesario que se active algún proceso biológico, por ejemplo el de salvar células dañadas o la repoblación con las células diferenciadas necesarias a partir de células madre.

Este mismo trabajo también tiene implicaciones para enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer. En ambas, importantes células del cerebro dejan de funcionar adecuadamente.

Stupp también ha presentado algunos resultados de la investigación que tiene en marcha con colaboradores en México y Canadá: ratones que se recuperan de los síntomas de la enfermedad de Parkinson después de ser expuestos a las nanoestructuras bioactivas desarrolladas por Stupp en los laboratorios de la Universidad del Noroeste. Otro trabajo, desarrollado por Stupp y Jon Lomasney, profesor de patología en la citada universidad, está demostrando el uso de nanoestructuras y proteínas para lograr la recuperación de las funciones del corazón después de un infarto. 

-Solociencia.com


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