domingo, 11 de octubre de 2009

Crean empaques con nanopartículas de plátano


Con la finalidad de crear empaques que sean menos nocivos al ambiente, científicos del Instituto Politécnico Nacional llevan a cabo un proyecto de investigación para obtener nanocristales a partir del almidón del plátano macho, los cuales pueden utilizarse como materia prima para elaborar nanocompuestos útiles en la fabricación de envolturas biodegradables para alimentos.
Se trata de un proyecto que desarrollan los investigadores del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (CEPROBI), Rosalía América González Soto y Luis Arturo Bello Pérez, quienes aseguraron que la aportación desarrollada en el IPN puede tener aplicación industrial, toda vez que las nanopartículas obtenidas del plátano poseen mejores propiedades mecánicas y de barrera que los polímeros naturales empleados en la elaboración de empaques biodegradables.
La doctora González Soto afirmó que actualmente la principal limitante para desarrollar a gran escala empaques biodegradables, conocidos como “bioplásticos”, es que los polímeros biodegradables no presentan buenas propiedades mecánicas ni de barrera (al agua y a los gases) por su naturaleza hidrofílica. Destacó que la nanotecnología desarrollada en el Politécnico permitirá elaborar materiales de alta calidad que sean amigables con el medio ambiente.
Indicó que los nanocristales que se obtienen a partir del almidón del plátano macho requieren de un proceso altamente meticuloso. “El almidón aislado del fruto es sometido a un tratamiento con ácido sulfúrico, a fin de obtener un residuo altamente cristalino insoluble en agua. Posteriormente, se realizan diversos lavados para eliminar el ácido y se aplica una agitación mecánica vigorosa para obtener una suspensión estable de los nanocristales, los cuales se caracterizan en la etapa final mediante técnicas de microscopía electrónica de barrido y de transmisión”, apuntó.
Resaltó la importancia de diversificar los frutos y semillas de los cuales se obtiene el almidón, toda vez que en la actualidad la mayor parte de esta materia prima se extrae del maíz. “La búsqueda de fuentes no convencionales de almidón representa un reto para los investigadores y empresarios mexicanos, de igual manera es importante realizar propuestas de transformación de los mismos”, acotó.
La científica politécnica explicó que en los frutos en estado verde o inmaduro los nutrientes se depositan en forma de almidón y durante el proceso de maduración se transforman en azúcares. “Algunos frutos en estado verde (como el plátano) llegan a contener hasta 70 por ciento de almidón (base seca), por lo que diversos autores han señalado a diferentes especies de plátano como una materia prima potencial para la obtención de almidón a nivel industrial”, puntualizó.
Refirió que el plátano macho pertenece a la especie Musa paradisiaca y es uno de los frutos más comerciales en México. Detalló que la parte comestible de este fruto contiene en promedio 75 por ciento de agua, 21 por ciento de carbohidratos y uno por ciento de grasas, proteínas, fibra y cenizas.
“La materia seca del plátano es un recurso abundante en el campo mexicano, que se produce principalmente en el sureste del país, pero por su carácter perecedero se pierde entre 30 y 40 por ciento de la producción anual, por lo que constituye una fuente promisoria para la obtención de nanopartículas, toda vez que son recursos económicos y abundantes en la naturaleza”, sostuvo.
La doctora González Soto señaló que algunas ventajas de trabajar con materiales de dimensiones nanométricas es que las nanopartículas se aproximan al límite atómico y se mejoran sus propiedades físicas, con lo cual se abre un abanico infinito de aplicaciones en áreas como la salud, alimenticia y química, entre otras.
Finalmente, la especialista del IPN especificó que otros cambios que se han observado en las propiedades de los nanocompuestos son: incremento de la resistencia al calor, menor flamabilidad y aumento de la biodegradabilidad.




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