lunes, 5 de octubre de 2009

¿ Nanotubos de carbono en el acero de Damasco ?

Acero de Damasco con sus características marcas

Las espadas de acero de Damasco eran muy afamadas por su fino borde de corte y su elevada resistencia al cuarteado. Sus filos eran capaces de cortar seda en el aire o de atravesar el hierro sin perder corte. Se cree que eran forjadas directamente a partir de pequeñas coladas de acero producido en la antigua India y conocido como "wootz". Los herreros orientales aplicaban un sofisticado tratamiento de forjado para refinar el acero hasta lograr una calidad excepcional, pero los herreros europeos fueron incapaces de repetir el proceso y su secreto se perdió por completo hacia mediados del siglo XVIII, sin que los metalúrgicos modernos hayan podido reproducir aquellas míticas hojas.

Recientemente (noviembre de 2006) un grupo de científicos liderado por Peter Paufler, de la universidad de Dresde (Alemania), ha detectado nanotubos de carbono en el acero con el que se forjaron las espadas de Damasco, lo que podría explicar la fortaleza y el afilado borde que hicieron legendarias a esas armas en tiempos de los cruzados. Los investigadores, que presentaron sus resultados en una comunicación en Nature, utilizaron un microscopio electrónico de transmisión de alta resolución para analizar una muestra de una espada de Damasco auténtica, fabricada en el siglo XVII por el herrero Assad Ullah. Los nanotubos de carbono y de cementita (Fe3C) se hicieron evidentes tras la disolución de la muestra en ácido clorhídrico. Algunos restos muestran pruebas de nanotubos de cementita que no se habían disuelto completamente, lo que indica que esas sustancias podían haber estado encapsuladas y protegidas por los nanotubos de carbono. Se cree que esos nanotubos se formaron como consecuencia de la acción combinada de ciertas impurezas de metales de transición presentes en el mineral de hierro de origen indio, que actuarían como catalizadores, e hidrocarburos producidos en la quema de la madera del horno. Lo curioso del caso es que, al tratar de optimizar el procedimiento de la forja, los artesanos de Damasco, aun sin saberlo, podrían haber utilizando los nanotubos de carbono hace más de 400 años antes de su descubrimiento.

Fuente: http://www.oviedo.es/personales/carbon/nanotubos/nanotubos.htm

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