jueves, 26 de noviembre de 2009

Baterías hechas de algas: Tan delgadas como un papel

Estas baterías no metálicas demuestran una alza dramática en la capacidad para mantener una carga.

Desde hace mucho tiempo se desea crear baterías no metales y amigables con el medio ambiente. También se desea que estas sean muy delgadas, ligeras y flexibles. Los polímeros conductores parecían ser los materiales más prometedores al respecto, sin embargo estos no habían sido muy funcionales como baterías porque su capacidad para sostener una carga se degrada con su uso.

Según el artículo de Charles Q. Choi, la clave para desarrollar esta batería fue el alga verde conocida como Clarophora. La celulosa de estas algas tiene un área superficial muy grande, 100 veces la de la celulosa que encontramos en el papel. Esto permitió que los investigadores aumentaran dramáticamente la cantidad de polímero conductor disponible para usarse en este nuevo dispositivo, logrando que cargue, sostenga y descargue la electricidad de una mejor forma.

La nanotecnóloga Maria Stromme, de la Universidad Uppsala en Suecia, dijo: "esto crea nuevas posibilidades para la producción a gran escala de sistemas de almacenamiento de energía que sean económicos, ligeros y amigables con el ambiente... Son muy fáciles de hacer". Las baterías consisten en capas de polímeros conductores extremadamente delgadas (aproximadamente de 40 a 50 nanómetros) con una cobertura de fibras de celulosa de algas de sólo 20 a 30 nm de ancho que fueron recuperadas como hojas de papel.

Estas baterías podrían sostener de 50 a 200% más carga que las baterías normales de polímeros conductores y, según los investigadores, después de ser optimizadas podrían llegar a competir con las baterías de litio. Las baterías de alga se cargan más rápido que las baterías normales recargables; mientras las baterías normales tardan una hora en cargarse, las baterías de algas se cargan completamente entre 11 segundos y 8 minutos.

Según Stomme, los investigadores no buscan remplazar las baterías de litio, sino encontrar nuevas aplicaciones en donde las baterías no se usan hoy en día. Por ejemplo, imaginemos baterías en un papel tapiz para que se carguen los sensores en tu hogar, o poner estas baterías en la ropa para alimentar de energía a los sensores que analicen el sudor del cuerpo para saber si algo anda mal.

Fuente: MSNBC News: Technology & Science (Future of Energy).

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