jueves, 26 de noviembre de 2009

Inventan un recubrimiento que repele el agua mucho más que otros

El material superrepelente del agua (superhidrofóbico), desarrollado por John Simpson, es fácil de fabricar y utiliza materias primas baratas. El proceso podría llevar a la creación de una nueva clase de productos que rechacen con gran eficacia al agua, incluyendo parabrisas, gafas, ropa, materiales de construcción, la superficie de carreteras, cascos de embarcaciones y recubrimientos autolimpiables. La lista de las probables aplicaciones es casi interminable.


Lo que Simpson ha desarrollado es un material en polvo con el que hacer recubrimientos, poseedor de notables propiedades que hacen que las soluciones basadas en agua virtualmente reboten en cualquier superficie recubierta con este material.

El material nanoestructurado mantiene una capa microscópica de aire en las superficies incluso cuando son sumergidas en el agua, produciendo un profundo cambio en la interfaz básica sólido-agua.

Tradicionalmente las capas superhidrofóbicas han sido caras, de pobre calidad como repelentes de agua, o de poca durabilidad para resultar prácticas.

Los materiales superhidrofóbicos existentes de calidad superior, generalmente son relegados a los laboratorios de investigación de las universidades, porque son productos difíciles y caros de fabricar, no es posible su producción a gran escala, y no permiten formar una capa que resulte viable comercialmente.

La porosidad del polvo y sus características especiales en la escala nanométrica, amplifican el efecto de la tensión superficial del agua y hacen que el polvo se convierta en "imposible de mojar".

Este polvo superhidrofóbico tiene muchas ventajas, algunas de las cuales son su facilidad de fabricación, su bajo costo y la viabilidad de producirlo en grandes cantidades.

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