Construyen el primer laboratorio de talla mundial con áreas limpias y capaz de desarrollar circuitos integrados con tecnología de un micrómetro
México dio el primer paso para desarrollar nanotecnologías, con el Laboratorio de Innovación en Micro Electro Mecánicos, señaló el investigador Manuel Hernández.
El maestro en Ciencias del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) , detalló las principales características del recinto que cuenta con 800 metros cuadrados para salas de servicio con equipo y proceso de fabricación.
Durante un recorrido por las instalaciones, diseñadas por estudiantes de licenciaturas y de servicios sociales, la mayoría originarios de Puebla, explicó que la Clase 10 significa que no debe haber más de 10 partículas con diámetro menor a 0.5 micrómetros por cada pie cúbico de aire y así sucesivamente para Clase 100 y 200.
Se trata del primer laboratorio de México de talla mundial con áreas limpias, y capaz de desarrollar circuitos integrados con tecnología de un micrómetro, señaló.
Destacó que en Latinoamérica se compite con laboratorios de Brasil, que cuentan con tecnología de fabricación de dos micrómetros.
"Lo digno de este laboratorio es que fue tecnología mexicana en general, a cargo de 15 estudiantes, lo que permitió que tuviera un costo 10 veces menor, en comparación con el trabajo que cotizaron profesionales", refirió, con inversión de 30 millones de pesos.
A la entrada del laboratorio, después de pasar un exhaustivo filtro para evitar contaminar el área de trabajo, se localiza la zona donde se imprimen cada uno de los patrones geométricos que se diseñan a través de computadoras, así como técnicas láser para definir estructuras de 0.8 micrómetros, es decir, millonésimas de metro.
Cuenta con tinas de limpieza, ya que en cada etapa del proceso de fabricación se colocan las obleas para la limpieza con agua altamente resistente, libre de toda impureza.
También tiene un horno donde se hace el tratamiento de la resina o diferentes procesos que se desarrollen en este centro.
El equipo donado por la empresa Motorola, cuyo monto fue de un millón de dólares, incluye una máquina para el proceso de grabado de metales o de materiales semiconductores.
La campana soporta un total de 20 obleas por proceso, que posteriormente pasan al área de control de procesos donde se ubica un medidor de dimensiones críticas.
El investigador destacó que este proceso "lo encontramos en la vida diaria en la mayor parte de los electrónicos, desde teléfonos celulares, televisión, microondas, hasta equipos sofisticados como juguetes electrónicos, controladores de aviones y sistemas de las bolsas de aire".
Por el desarrollo de tecnología que se diseña en este laboratorio, se prevé establecer convenios de colaboración con los grandes fabricantes de circuito cerrado, como AMD, Motorola, Intel o con algunas universidades nacionales e internacionales, como ya ocurre con instituciones de Bélgica y Estados Unidos, señaló.
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